En la mañana de hoy, desde el Sistema de Medios Públicos de Marcos Paz, a través de ADN Regional, dialogamos con Maru Dakessian, directora de Salud de ACUMAR, acerca de las prevenciones contra el dengue para los municipios de la Cuenca de La Matanza – Riachuelo.
Dakessian nos explicó que para contraer el virus del dengue es necesario que un mosquito, el aedes aegypti, pique a una persona contagiada y se lo transmita a través de una picadura a otra persona. También nos indicó que es un mosquito domiciliario, de vuelo corto y la temporada alta de mosquitos adultos son los meses de verano. Con este mecanismo, como medida preventiva, es sumamente necesario revisar todos los recipientes y cacharros que contengan agua estancada para evitar la propagación de huevos y larvas que eclosionen con el calor. Hay que prestar especial atención a los bordes de los recipientes: no sólo limpiar y desinfectar sino despegar los huevos adheridos con las manos, un trapo, una esponja o una virulana. Luego, ya que los huevos pueden durar hasta 1 año, en lugar de desechar esos restos a otro medio acuoso, es imprescindible secarlos de dos maneras:
– ponerlos en una superficie no porosa a pleno rayo del sol durante el mediodía o,
– verter agua hirviendo, ya que no resisten las altas temperaturas.
Sobre las piletas, en la medida en que estén en uso y movimiento, no son un lugar propicio para el almacenamiento de larvas, nos explicó Dakessian. Agregó que para un mayor control y seguridad es recomendable cubrir la superficie con una lona o una mediasombra a modo de barrera. Nos aclaró que al contrario de lo que se cree, no es relevante que el agua esté limpia sino estancada para la reproducción del aedes aegypti.
Las características de esta especie transmisora del dengue, Dakessian nos comentó que el rasgo singular son sus patas con pequeñas manchas blancas y lo diferenció del mosquito de zumba, que se mueve más, más rápido y no se deja matar fácilmente como el aedes aegypti. En la medida en que tendemos a matar a los mosquitos, es importante revisar estos rasgos para poder identificar dónde se encuentran los reservorios de agua. Si uno no tiene ninguno en su casa, lo más probable es que se encuentren en lo de un vecino por cercanía.
Por último, sobre la fumigación «preventiva», Dakessian, advirtió que «es un concepto no adecuado» ya que no es preventivo e incluso está contraindicado para el momento epidemiológico que atravesamos. La fumigación contiene productos que «hacen más daño a la salud y al ambiente que matar aedes». Asimismo, los lugares más habituales donde se fumiga como parques, plazas, baldíos, entre otros, no son los lugares donde se reproduce la especie, por lo que el objetivo no se cumple y la comunidad se relaja al máximo con las medidas preventivas en los domicilios. No obstante, en caso de tener un caso confirmado de dengue, sí es recomendable la fumigación intradomiciliaria acompañada de otros recaudos necesarios como el uso de repelente y de mosquiteros como elementos de barrera para la alta probabilidad de contagio.
