FEMICIDIO DE ÚRSULA BAHILLO: ENTREVISTA CON MERCEDES MORALES

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El lunes pasado Úrsula Bahillo, una joven de tan sólo 18 años, fue asesinada en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires, por su ex pareja Matías Martínez, efectivo de la policía bonaerense. A raíz de este lamentable hecho, desde el Sistema de Medios Públicos de Marcos Paz dialogamos con Mercedes Morales, integrante de la asociación civil ‘Haciendo Huellas en Marcos Paz’, la cual trabaja arduamente contra la violencia de género y brinda acompañamiento integral a las víctimas. Si necesitás ayuda comunicate a través de Facebook a https://www.facebook.com/HaciendoHuellasMarcosPaz, llamando al 02227 489697 o al 1169258392 las 24 hs, «la violencia no tiene feriados, ni fiestas, ni vacaciones», agregó Morales.

La entrevistada nos comentó que «como cada vez que pasa un femicidio» publicaron un comunicado en sus redes sociales para declarar el repudio contra el sistema y que particularmente el caso de Úrsula «muestra claras falencias que tiene el sistema»: la víctima había denunciado 18 agresiones previas y no obtuvo una respuesta eficaz. Teniendo en cuenta que las estadísticas nacionales arrojan que cada 23 hs ocurre un femicidio, la situación es complicada y preocupante. Tanto el sistema judicial como el policial, «son cómplices fundamentales en este hecho (…) hay una mano agresora pero también hay un sistema que acompañó y que permitió que ese femicidio ocurriera», afirmó Morales. En este marco, lo que piden es una resolución para que no sigan ocurriendo estos hechos.

Asimismo, Morales llamó la atención sobre la no credibilidad a las víctimas que al momento de acercarse a hacer la denuncia y «dice que está en peligro (…) creen que exageramos». Revertir esta consciencia social sólo será posible a través del compromiso de todas las instituciones y todos los actores involucrados: «no estamos pidiendo un favor, estamos pidiendo un derecho y una obligación que tienen las instituciones estatales para proteger a las personas», declaró Morales. En el entramado burocrático del sistema, cargado de sexismo y discriminación hacia las mujeres, los organismos policiales suelen revictimizar a las personas que sufren violencia y en la justicia «los delitos de violencia de género (…) parecieran ser menos delito»; esto implica que «los agresores tienen la posibilidad de andar y seguir ejerciendo violencia», por lo que «algo y alguien está fallando», agregó. En este marco, Morales explicó que «están dadas las formas, lo que falla son las prácticas sociales discriminatorias».

También conversamos sobre algunas señales para detectar situaciones de violencia. Morales apuntó que lo primero es prestar atención a qué mitos y mandatos estamos acatando dentro de nuestros vínculos y relaciones; por ejemplo, «me controla porque me quiere». No hay que encubrir este tipo de conductas, ya que a lo largo del tiempo se potencias y pueden llegar al riesgo de vida y ahí es donde la víctima ya no puede salir porque «el miedo y el terror hacen que esté indefensa». La sociedad es parte activa de perpetrar o detener la continuidad de esos mitos y mandatos a través de la solidaridad y el compromiso. «La violencia no le hace bien a nadie, ni siquiera le hace bien al agresor», afirmó Morales. «Esto es una lucha permanente que no podemos dejar» hasta dejar en claro que «hay cosas que no tiene que pasar», concluyó.