A 44 años del ataque y detención de 16 integrantes del Grupo PROA por parte del ejército y policía bonaerense durante la última dictadura cívico militar argentina, la Secretaría de Derechos Humanos de Marcos Paz realizó un importante acto en el predio donde sucedieron los hechos, convertido hoy en un espacio de memoria, verdad y justicia. En el mismo, estuvieron presentes Gustavo Berllingeri, Yiya Logiurato y Felipe Berllingeri, familiares de integrantes del grupo PROA, familiares de detenidos y desaparecidos locales, integrantes del cuerpo ejecutivo local, miembros de Derechos Humanos de Provincia de Buenos Aires, miembros del HCD, referentes barriales, sindicatos, agrupaciones políticas, 7G jóvenes, integrantes de la comisión de la Feria del Libro y vecinos y vecinas de la comunidad de Marcos Paz.
Adriana Ruiz, secretaria de Derechos Humanos local introdujo el acto con los siguientes interrogantes: “si no volvemos atrás, ¿cómo avanzar con la verdad hacia delante? ¿Cómo avanzamos con los sueños de un proyecto de país posible, de un país mejor, donde haya justicia social?” e invitó a recordar los caminos que abrieron los y las militantes de los 70. Luego de leer ‘Desaparecidos’, un poema de Mario Benedetti, dio introducción a un video donde Victoria Montenegro y Manuel Gonçalves Granada, nietos restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo y Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, enviaron sus saludos y agradecieron los espacios para “mantener siempre presentes a los compañeros que soñaron con esa patria justa, libre y soberana”. “Un pueblo que olvida el genocidio vivido corre peligro de que se vuelva a repetir”, concluyó Almeida.
Por su parte, el intendente Ricardo Curutchet ratificó su compromiso de seguir trabajando en espacios de memoria, verdad y justicia. En un emotivo discurso, Gustavo Moreno, director del Sitio Espacio Memoria de la Provincia de Buenos Aires, agradeció el compromiso local en políticas reparatorias y agregó que es una responsabilidad “traducir las banderas de los compañeros de los 70 en banderas actuales que se proyecten hacia el futuro». Por último, Gustavo, Yiya y Felipe cerraron con algunas palabras donde resaltaron que sus familiares fueron parte de “una generación de resistencia” que se vio coartada de sus derechos constitucionales y libertades. “Para los militantes cada lugar de gestión es un puesto de lucha”, expresó Yiya Logiurato y agregó que “en esta casa hubo una masacre y no la podemos dejar en el olvido”.