En estos momentos se está realizando una asamblea abierta y autoconvocada en el campo ubicado en Ruta 6 y Ruta 40.
Las 8 familias se han organizado para defender sus derechos a una vivienda digna e impedir el desalojo, ya que no fueron indemnizados por los años trabajados en la tierra.
En diálogo con el Sistema de Medios Públicos de Marcos Paz, Rocío Roldán, integrante de una de las familias del lugar, indicó que su abogado les informó que a partir del 23 de septiembre «pueden venir y desalojarnos».
Manifestó que «no estamos peleando por el campo, solamente queremos los derechos nuestros a una vivienda digna». Hasta que este aspecto no sea contemplado, «vamos a hacer movilizaciones, marchas y cortar la ruta hasta que nos den una solución y vengan más medios».
Pablo Sendra, vecino autoconvocado, manifestó que «ante la total ausencia del Estado (…) estamos los vecinos autoconvocados apoyando a estas familias de trabajadores rurales y hortícolas que habitan este lugar hace más de 40 años» y que de manera sorpresiva recibieron «esta orden de desalojo sin ser notificados y en completa irregularidad».
Entre las familias «hay más de 35 niños y niñas» por lo que «es importante que toda la comunidad de Marcos Paz sepa que esto no es un caso de usurpación», remarcó. Explicó que «son trabajadores que cuando el patrón anterior presentó la quiebra, no les reconoció la deuda que tenía y años posteriores vendió el campo a espalda de ellos». La persona que compró el terreno «no quiere reconocer ninguno de los derechos que tienen las familias como poseedoras de esta tierra», prosiguió. Además «vemos completa parcialidad por parte del Juzgado de Paz», afirmó Sendra.
En este marco de pugna, proponen que se organice una mesa de gestión para encontrar una solución, donde «el Estado se haga cargo de (…) garantizar una vivienda digna a estas familias que no se quieren apropiar del campo, sino que quieren sus casas que construyeron con su sudor» a lo largo de estos años, finalizó Sendra.